Cosas que deberías hacer en Oaxaca

Oaxaca es una animada ciudad mexicana con un serio estilo internacional. Su aclamada cocina, las instituciones de bellas artes de clase mundial, la preservación de la tradición indígena y el paisaje resplandeciente lo convierten en una visita obligada.

Si tienes antojo de un platillo originario de este lugar tan mágico, te recomendamos aprovechar las promociones comida y hacer uso de tus puntos acumulados; formar parte de un programa de lealtad es muy sencillo. ¡No lo dejes pasar y sigue obteniendo grandes beneficios a lo largo del año!

visita Oaxaca

Camina por Oaxaca

La mejor manera de absorber el contagioso ritmo de la ciudad es aventurarse a pie. Una de las características más notables de la Oaxaca colonial realmente solidifica su reputación como una ciudad para caminar: la Plaza de la Constitución, ha servido a la ciudad como un centro animado durante más de 500 años.

Durante los fines de semana, el ambiente animado es ideal para observar a la gente o simplemente descansar entre bancos, fuentes y árboles que dan sombra.

Pasea por una impresionante variedad de museos, catedrales, restaurantes, vendedores, mercados y boutiques en Macedonio Alcalá, la calle peatonal adoquinada de la ciudad. Pisos de haciendas coloniales y patios en tonos saturados flanquean esta vívida ruta.

Museos de Arte Moderno y Contemporáneo

El distrito peatonal central de Oaxaca alberga varios museos de bellas artes de renombre internacional. El MACO (el museo de arte contemporáneo de la ciudad) exhibe regularmente el trabajo de aclamados artistas oaxaqueños en rotación de su colección permanente.

El MUPO, el Museo de los Pintores de Oaxaca, alberga dentro de sus paredes una plataforma dinámica para que los artistas diseccionen o contemplen las complejidades de la identidad mexicana en la era moderna.

El diálogo visual que explora los límites físicos imaginarios, las nociones preconcebidas de la jerarquía social y la explotación cultural crean una experiencia de museo muy visceral y atractiva. Abundan otros museos locales a un corto paseo (El Centro de Fotografía Álvarez Bravo y el Museo de la Ciudad, por nombrar algunos).

Tiempo para un café en Oaxaca

No hay mejor lugar para disfrutar de una rica y robusta taza de café oaxaqueño (tostado en pequeños lotes) que Café Brújula.

Aunque es una adición relativamente nueva a la escena culinaria de Oaxaca, este pintoresco café ha ganado una prominencia significativa en los últimos años. Sus asados son ​​verdaderamente sublimes, así como sus batidos, su granola horneada en casa y otras delicias.

Aprovecha el wifi y relájate en el patio arqueado, luego examina la librería adyacente: Librería Grañén Porrúa, la librería de los bibliófilos oaxaqueños.

Los vendedores de las esquinas y los puestos del mercado florecen perpetuamente con frutas fragantes y colorida. Producen el espectro de arcoíris tan característico de los jugos de Oaxaca.

Por unos pocos pesos, puedes comprar una taza de un cuarto de galón del aparentemente omnipresente jugo verde. Es una mezcla picante y con mucho cuerpo de cactus locales, un ramo de cítricos y varias otras frutas y verduras brillantes (según la variación). ¡Prueba sus cócteles sin alcohol!