La vitamina E en la salud

Elogiada como antioxidante, la vitamina E ayuda al organismo de muchas otras formas, como al sistema inmunitario y a mantener sanos los vasos sanguíneos. Se puede untar en la piel o ingerir en cápsulas.

Se afirma que esta vitamina, como antioxidante, combate una serie de afecciones, como la enfermedad de Alzheimer, la pérdida de visión relacionada con la edad e incluso ciertos tipos de cáncer.

Los estantes de cosméticos están repletos de productos que contienen vitamina E y que afirman revertir los daños de la piel relacionados con la edad. Los verdaderos beneficios de la vitamina E se encuentran en el equilibrio entre radicales libres y antioxidantes.

 

Radicales libres y antioxidantes

Los radicales libres del cuerpo son moléculas con un electrón no apareado, lo que las hace inestables. Estas moléculas inestables interactúan con las células del organismo de forma que pueden causar daños. A medida que el proceso se agrava, las células pueden resultar dañadas y el organismo se vuelve vulnerable a las enfermedades.

 

 

Los radicales libres y los antioxidantes

 

 

Nuestro cuerpo puede crear radicales libres a medida que envejecemos o a través de factores cotidianos como la digestión o el ejercicio. También son causados por la exposición a cosas externas como:

  • Humo de tabaco
  • Ozono
  • Contaminantes ambientales
  • Radiación

 

Los antioxidantes, como la vitamina E, neutralizan los radicales libres donando los electrones que les faltan y que los desestabilizan. Los antioxidantes se encuentran en muchos alimentos y también se producen en nuestro organismo a partir de las vitaminas y minerales que contienen.

 

¿Cuánta vitamina E necesitas?

A menos que tu dieta sea muy pobre en grasas, es probable que consumas suficiente vitamina E. Pero el tabaco, la contaminación atmosférica e incluso la exposición a los dañinos rayos ultravioleta del sol pueden agotar las reservas de esta vitamina en su organismo.

Según los Institutos Nacionales de la Salud, los adolescentes y los adultos deben tomar unos 15 mg de vitamina E al día. Las mujeres embarazadas deben tomar lo mismo. Las mujeres en periodo de lactancia deben aumentar su ingesta a 19 mg.

Muchos alimentos procesados, sobre todo cereales y jugos, están enriquecidos con vitamina E. También se encuentra de forma natural en muchos alimentos, como:

  • Aceites vegetales, especialmente de germen de trigo, girasol y cártamo
  • Frutos secos y semillas
  • Aguacates y otras grasas

 

 

El consumo de la vitamina E

 

 

Desenmascarando los mitos

Desde su identificación, la vitamina E y otros antioxidantes han sido objeto de investigación por su capacidad para prevenir una serie de enfermedades.

 

1. Protección del corazón

Se cree que las personas con niveles más altos de vitamina E tienen menos riesgo de sufrir enfermedades cardíacas.

Pero un estudio que realizó un seguimiento de más de 14,000 varones estadounidenses durante 8 años no encontró ningún beneficio cardiovascular por tomar suplementos de vitamina E. De hecho, el estudio determinó que la vitamina E estaba asociada con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular.

 

2. Cáncer

Otro estudio que siguió a 35,000 hombres durante 5 años encontró que tomar suplementos de vitamina E no tenía ningún efecto cuando se trataba de reducir el riesgo de desarrollar cualquier tipo de cáncer.

Un seguimiento de 2011 encontró que los participantes del estudio que habían tomado vitamina E en realidad tenían un 17 por ciento más de riesgo de desarrollar cáncer de próstata.

 

3. Curación de la piel

Se afirma ampliamente que la vitamina E ayuda a acelerar la curación y reducir las cicatrices cuando se aplica a la piel. Aunque se han realizado algunos estudios que apoyan esta afirmación, la mayoría de las investigaciones indican que la vitamina E no ayuda a que las heridas de la piel cicatricen más rápido.

 

La vitamina E y el cuidado de la piel

 

 

La paradoja de esta vitamina

La prisa por suplementar nuestra dieta con antioxidantes, incluida la vitamina E, puede no ser la mejor forma de actuar. Algunos expertos sostienen que tomar grandes dosis de cualquier antioxidante no tiene ningún valor preventivo o terapéutico real, a menos que se padezca una carencia de vitamina E.

Entonces, ¿deberías utilizar aceite de vitamina E? No es probable que tenga efectos positivos sobre la piel, y conlleva un alto riesgo de desarrollar una erupción cutánea. En cuanto a la ingesta de vitamina E, si se toma la dosis recomendada, se considera relativamente segura. No se recomiendan dosis excesivamente altas de vitamina E.

 


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